La primera Peticion

Espero que te guste cherry Lamento no ponerle titulo pero se lo pondre dentro de algun tiempo, tengo un concepto que no he sacado a la luz pero ya tengo preparado cuando lo publique le dare titulo a tu peticion por ahora no quiero hacer spoilers mientras tanto disfruta :D (y si no te gusto dimelo en los comentarios porfavor)

La peluca rubia le roza apenas los hombros desnudos. Cada mechón está exactamente en su sitio, como si hubiera sido peinada por una persona obsesionada con la perfección. El brillo en los labios, el contorno en las mejillas, el top ajustado que deja entrever más de lo que cubre algo que nadie nota pero que esta ahi, una pequeña gota de humedad saliendo de su entrepierna, mojando un poco sus pantys. Todo es real. Todo es suyo. Todo es adorado.

—¡Akemi-chan! ¡Aquí, mírame! ¡Haz la pose de tu personaje!

El click de las cámaras lo rodea como un enjambre hambriento. Él —en el cuerpo de ella— sonríe. Practicó esa sonrisa frente al espejo por horas. Ligeramente tímida, pero no distante. Seductora, pero no vulgar. La sonrisa perfecta que hacía que la gente pagara por verla en Patreon. Ahora es suya. Suya para venderla. Suya… para sobrevivir.

Mientras firma otro póster —una ilustración subida de tono de Akemi vestida como una bruja provocativa— recuerda.

Recuerda su viejo cuerpo.
El espejo empañado de su habitación.
Los pliegues en la barriga que se doblaban al sentarse.
Las tetas de hombre que colgaban tristes sobre su panza cuando se sacaba la camiseta.
El cuello oculto por la grasa.
El olor agrio de su piel tras horas de videojuegos.
Las miradas evitadas en el metro.
Los susurros.
La pena ajena.
La vergüenza de existir.

Ahora… ahora los flashes se clavan en sus curvas.
En los muslos suaves y generosos que brillan con un toque de aceite corporal, sudor y un brillo extraño entre las piernas.
La cadera delgada que se arquea con facilidad, como si estuviera hecha para ser fotografiada.
En los senos grandes, redondos, que se aprietan contra la tela del top con cada pose.
Las cámaras no la adoran. No.
Las cámaras se alimentan de ella.
De su cuerpo.

Y ese cuerpo… es suyo.
Al menos por ahora.

A veces, en el camerino, se queda de pie desnuda frente al espejo, tocándose con cuidado.Con deseo, con asombro. Acaricia la curva de su cintura. Se aprieta un pecho mientras siente su hermoso coño siendo masturbado por el vibrador que le obligan a ponerse. Aprieta sus muslos con las manos, como para comprobar que son reales y que siguen ahi.

“Nunca pensé que sería esta diosa… ni siquiera en mis mejores fantasias.”

Pero esta belleza no le pertenece. Es un préstamo si hace bien su trabajo sera suyo sin restricciones en 3 o 4 años pero mientras es un disfraz impuesto. Y por eso debe cuidarlo. Exhibirlo. Mantenerlo “activo”.

La cámara de seguridad en la esquina izquierda parpadea. No es de la convención. Es de ellos. Lo están observando. Siempre lo hacen.
Cualquier gesto fuera de personaje en publico, cualquier error que dañe la reputacion de su nuevo cuerpo, cualquier sombra de duda en su actuación… y será corregido. Talves aumentaran mucho la vibracion de su dildo, talves sera obligado a entregarse a alguien dejarse cojer de formas poco eticas.

Traga saliva con elegancia. Vuelve a sonreír. Un fan le tiende una caja con una figura personalizada quiere que Akemi se la firme, el chico se le queda viendo al escote. “Porfavor firmalo, mi diosa”.
Ella —él— lo abraza con ternura deja que aquel chico otaku como el que alguna vez fue el se agasaje un poco.Posan para la foto perfecta con la que seguro el chico se masturbara mas adelante.
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Otro dia mas trabajando para "pagarle a la agencia" un dia mas durmiendo despues de una rica dedeada a su vagina lasciva y aun asi con toda esa felicidad a veces, cuando duerme, la conciencia le remuerde, sueña con una voz que grita desde lo profundo. Una voz aguda, desgarrada, femenina.

Una voz que es suya…
Pero que viene desde adentro. es la culpa.