viernes, 15 de diciembre de 2023

un pequeño regalo de mi para ustedes

 Como sabran ayer fue mi cumpleaños, y desafortunadamente ninguno de mis lectores se acordo, salvo ciertas personas que me felicitaron la mayoria de ustedes ni un comentario de felicitacion me dejo, 

Aun asi yo no dejo de quererlos mucho y sigo apreciandolos muchos, es por eso que aunque el regalo me lo tendrian que dar ustedes (QUE SI ES SU VOLUNTAD LO PUEDEN HACER POR PAYPAL O POR KOFI ) Yo les dare un regalo a usrtedes que tambien me servira para que me den retroalimentacion o alguna donacion si es que gustan y es que en esta entrada se publicara el pequeño libro que escribi esperando que eso les de la confianza en mi o les hablande el corazon y me den un regalo de cumpleaños o de navidad incluso asi que sin mas que decir los dejo con una historia que me gusto mucho escribir y espero haberlo hecho bien 

No deberias estar aqui

"¡Sí, finalmente lo logré! Diana aceptó salir conmigo. Espero que mañana sea tan maravilloso como hoy", pensé para mí con una sonrisa que no podía borrar de mi rostro. La emoción fluía por mis venas, y me preguntaba si tal vez me encontraba en el cielo. Había sido un día increíble; Diana había aceptado mi invitación para una cita, y habíamos compartido momentos inolvidables en el centro histórico de la ciudad.

Caminamos juntos, de un lugar a otro, explorando rincones llenos de historia y vida. Visitamos un fascinante museo, donde descubrimos juntos arte y cultura mientras platicabamos mas de nuestras vidas y yo descubria mas y mas cosas de ella. Las risas y la charla fluyeron mientras compartíamos crepas en una acogedora cafetería local. Luego, nos recostamos en la alameda, nuestra mirada perdida en el cielo, donde las nubes y las estrellas parecían acompañar nuestro sentimiento especial.

Desde mi perspectiva, era como si el mundo entero se desvaneciera para dar lugar a solo nosotros dos. Cada paso que dábamos, cada risa compartida, creaba un vínculo más profundo entre nosotros. No podía contener mi felicidad y deseaba gritar al mundo entero lo afortunado que me sentía.

Las personas que nos veían seguramente notaban la chispa especial que había entre Diana y yo. Éramos una pareja en ciernes, y esa idea me llenaba de alegría y anticipación. Este día había sido un sueño hecho realidad, y no podía esperar para vivir más momentos como este junto a Diana.

Cuando dejamos de contemplar el cielo, decidimos ir a comer una hamburguesa en un restaurante de comida rápida. Inicialmente, insistí en llevarla a un lugar más elegante, deseaba mimarla y hacer que se sintiera como una reina. Estaba dispuesto a gastar en ella sin restricciones. Sin embargo, cuando me miró a los ojos y amablemente rechazó mi oferta, mi actitud cambió de inmediato. Valoré su sencillez y su capacidad de disfrutar de las cosas simples de la vida.

Nuestra cita fue perfecta, pero como todas las cosas buenas, llegó a su fin. A pesar de que ella mencionó que nos veríamos al día siguiente y me enviaría un mensaje cuando llegara a casa, han pasado tres meses y no he vuelto a saber de ella. Me atormenté todos los días, imaginando que algo malo le había sucedido. Intenté comunicarme con ella en repetidas ocasiones, pero no obtuve respuesta.

Finalmente, me resigné a la idea de que tal vez nunca la volvería a ver. Pasados esos tres largos meses, sentí la necesidad de saciar mi deseo de compañía, así que decidí contratar a una profesional. Estaba indeciso sobre si ir a Sullivan o a La Merced. Ambos lugares eran conocidos por ofrecer servicios de este tipo a precios moderados. Sin embargo, en La Merced, había una mayor probabilidad de encontrar travestis, aunque también podría ser más económico.

Mi decisión final la dejé al azar, pero cuando llegué a La Merced y vi el ambiente poco saludable, lleno de hombres lujuriosos y mujeres que no parecían estar en buenas condiciones, decidí que tal vez no era el lugar adecuado para mí.

Decidí encender mi carro y dirigirme hacia Sullivan. A medida que me acercaba, noté que el ambiente era un poco menos sombrío en comparación con La Merced. El lugar parecía estar en plena celebración, lleno de mujeres, la mayoría de ellas increíblemente hermosas y vistiendo ropa extremadamente provocativa. Muchas de ellas charlaban y fumaban, esperando a alguien que estuviera interesado en sus servicios. Otras se acercaban a los coches o caminaban discretamente hacia los moteles de la zona. Algunas compartían tragos y conversación con algunos hombres "bien", quienes parecían estar buscando más que solo compañía física, buscaban calor humano en ellas, tanto en sus cuerpos como en sus virilidades.

Vi "la mercancía" y aunque no quería aceptarlo inconscientemente buscaba a una que se pareciera a Diana, rechace a muchos "cueros" de mujer con tal de encontrar mi fantasía en ese lugar. "Oye mamasita" no conoces a alguina chica que sea...." le empecé a decir lo que estaba buscando no esperaba que me respondiera total nadie quiere perder dinero por "recomendar" a alguien más "si papi conozco a alguien asi te la podría presentar pero me vas a tener que rolar una varo como la ves?" sin chistar saque de mi bolsa un billete de a 100 y se lo puse entre los senos "Ahí está tu dinero pinche guila" Yo no era consciente de que estaba siendo rudo pero mi lujuria ya no podían más en mi mente solo rondaba la idea de que esa prostituta me dijo que conocía a alguien que "era igualita" a quien le describi. La chica parecía algo molesta pero en cuanto vio el billete de 200 en sus pechos me dijo "si has de estar urgido guerito esto es lo que yo te cobraria por una mamada" guardó el dinero y empezó a caminar hacia un pequeño edificio donde parecía estaba "el cuartel" de las prostis yo estaba nervioso había contratado esos servicios antes pero esta vez algo en mi interior me intentaba avisar que pasaba algo extraño, tomé mi petaca y le di un sorbo, el dulce pero fuerte sabor del whisky calmo un poco mis ansias "No estas haciendo nada malo" me decía a mi mismo solo quería saciar mis ganas, cumplir mi fantasias, fue ahí que alguien toco en la ventana de mi carro cuando mire de reojo quede boquiabierto no podía creer lo que estaba mirando al otro lado de la ventana estaba parada.

 "DIANA!!" Le dije asombrado.....

No podía creer lo que miraban mis ojos, del otro lado del espejo estaba la chica que me había dejado plantado, peor aún estaba prostituyéndose no parecía siquiera reaccionar ante mi es como si jamás me hubiera visto en su vida pero yo sí la había visto. La otra prostituta llego y me dijo "era una así como la que buscabas no?" pero al no obtener una respuesta mía me miró raro, creo que ya se había dado cuenta que estaba mirando a Diana de una forma antinatural.

 "Este la conoces? me dijo. Yo estaba anonadado observando aquel espectáculo tan extraño tan fuera de lugar pero al mismo tiempo excitante. "Ya pinche vato pendejo no te hagas la conoces verdad? seguro alguno de tus pinches amigos vino y probó a esta gatita no? empezó hace poco la verdad esta niña esta re meca, solo hace mamadas dice que "siente que aun no esta lista pa que se la cojan" pero se que si le ofreces buen dinero te va a ofrecer su puchita que según dice ella esta nuevecita" Me dijo campechanamente mientras me guiñaba el ojo "Bueno wey ahi te la dejo a ver que negocios haces con ella" yo no podía salir de mi trance estaba completamente ido por la rápida sucesión de eventos que estaban pasando. "Oye pinche vato estas bien? seguro ya te metiste una droga bien culera y andas en el viaje no?”

Mis emociones estaban en un torbellino. Ver a Diana en ese lugar, ejerciendo la prostitución, había sido un shock abrumador. Pero cuando escuché su voz, algo hizo clic en mi cerebro. Era su voz, inconfundible y única, la que había conocido durante todos esos momentos que compartimos juntos. Esa voz que nunca había olvidado, incluso después de tres meses de silencio.

Fue como si una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo. De repente, la preocupación y la angustia por su bienestar se mezclaron con la confusión y la incredulidad. ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Por qué se encontraba en esta situación? Las preguntas llenaron mi mente mientras la miraba, y la urgencia de entender la verdad se apoderó de mí.

Sin pensarlo dos veces, actué por instinto. Abrí la puerta del carro y la jale adentro. Diana estaba visiblemente sorprendida, con los ojos llenos de horror. Era evidente que no esperaba esta repentina intervención. Pero mi preocupación por ella superó cualquier duda o temor.

El motor rugió cuando arranqué el carro, alejándonos del caótico y oscuro rincón de Sullivan. El silencio en el vehículo era ensordecedor, pero ninguno de los dos parecía encontrar las palabras adecuadas para romperlo ella por un motivo que no comprendia estaba incredula. Mi mente estaba llena de preguntas y sentimientos encontrados, pero una cosa era segura: estaba decidido a descubrir la verdad detrás de lo que había sucedido en estos tres meses, y ayudarla de cualquier manera que pudiera.

"Oyeme pendejo que haces? no te quieras pasar de verg..." detuve el carro de golpe y antes de seguir escuchando ese lenguaje soez le cubrí la boca y le dije "¿Que te pasa? conmigo puedes dejar de actuar yo te voy a sacar de aquí!" le dije antes de sentir una mordida en mi mano Diana parecía agitada y molesta yo no entendía porque eso estaba pasando pero aun asi ella saco una navaja de la pequeña bolsa de mano que traía "Oyeme grandísimo hijo de la chingada que te pasa, déjame bajar o aparte de que te voy a meter un piquete le voy a decir a nuestro guarura que te parta la madre" No entendía nada "Diana que te pasa yo...." fue ahí cuando ella reacciono de otra manera, sus ojos se abrieron como platos y parecía muy sorprendida "¿Tu…. tu me conoces?" pregunto extrañada.

"Diana, ¿qué te pasa? Claro que te conozco, me dejaste plantado hace 3 meses", le dije con un poco de sarcasmo y molestia. Ese asunto aún me dolía. "¿Hace 3 meses?" dijo extrañada. "Entonces, ¿por eso ella estaba en el centro ese día?" dijo con murmurando mientras hacia un gesto extraño que no podía reconocer. Fue entonces que su lenguaje corporal cambió completamente, parecía ponerse seria. "Mira, amigo, yo no soy esa Diana que tú conoces. Tengo su cuerpo, pero no soy ella", me dijo. Yo quería saber de qué demonios hablaba y preguntarle si estaba drogada o amenazada para decir semejantes tonterias, pero había mucho en mi mente que ni siquiera había empezado a procesar. "Sí, amigo, sé que es difícil de entender, pero tampoco me preguntes a mí, yo tampoco lo entiendo. Hace 3 meses tuve un pequeño accidente, desafortunadamente, un coche me arrolló y quedé herida de muerte. La verdad, sabía que me iba a cargar la chingada. Todo por un cliente pendejo que se ardio porque le dije que tenía la verga chica. Al parecer, a los hombres no les gusta escuchar eso, y por eso me atropelló con su camioneta. En fin, cuando estaba tirada en el suelo contemplando mis últimos momentos, esta morra apareció, se acercó y empezó a darme auxilio. Llamó a una ambulancia incluso, pero yo ya sabía que me iba a llevar patas de cabra. Cuando cerré los ojos, vi pasar toda mi vida por delante de mí, pero entonces empecé a escuchar de nuevo. La ambulancia se acercaba poco a poco, el dolor punzante en todo mi cuerpo desapareció y fue entonces cuando volví a abrir los ojos."

Ella parecía algo nerviosa, miro mi petaca tirada en el suelo y la tomó dando un gran trago del whisky que tenía. "No puedes entender lo traumático que fue para mi abrir los ojos y verme a mi misma en una camilla, dentro de una ambulancia. estaba ahí golpeada y ensangrentada. prácticamente no respiraba y los paramédicos hicieron todo lo posible por reanimarme. Pero fue más chocante cuando me di cuenta que no estaba teniendo una experiencia extracorporal si no que ahora era esa chica que había tratado de ayudarme...." Diana o quien quiera que fuera con quien hablaba en ese momento se quedó callada un rato como esperando que le preguntara algo o que rompiera ese silencio incómodo que había quedado en el aire. Yo trate de procesar lo que pasaba con todas mis fuerzas pero esto me superaba, aun asi tenia que decir algo "Entonces tu tienes el cuerpo de diana pero no eres ella" Le pregunte nervioso "No wey no se porque tengo el cuerpo de tu amiga" iba a decir otra cosa pero antes de siquiera poder hablar ella dijo "Bueno quisiera seguirte diciendo más pero la verdad el tiempo es dinero y la neta me haces perder el tiempo, Se que era el cuerpo de una persona que conocías, pero no se porque dios me dio una segunda oportunidad en el. asi que no quisiera ser pedante pero..." dijo antes de relamerse los labios y acercarse de forma lasciva a mi "vas a querer la mamada o no?"

No supe porque pero si supe que mi cuerpo lo desea con toda la intensidad del mundo así que semi-concientemente asenti y fue entonces que note a Diana pude ver sus pezones tensos y duritos dejándose ver a través de la delgada tela, su piel parecía brillar mas que nunca y estaba enrojecida por el deseo y la sangre corriendo por sus venas aun de noche pude notar ese pequeño rubor que indicaba que algo pasaria su mirada también gritaba codiciosa y lascivamente lo que quería pues no se aparto de el bulto que se formó en mis pantalones en todo momento noté su pequeña lengua rosada sobresalir y lamer sus labios mientras movía sus caderas seductoramente, paso su mano sobre mi entrepierna sabiendo que me tenía completamente preso y bajo el asiento del auto me empujo y quede casi acostado

Se puso intensa y de inmediato  tiró de mis pantalones hasta bajarlos, sonriendo con deleite cuando mi pene se escapó de la ropa interior y la cabeza gorda y palpitante saltó frente a su cara. Los dedos de Diana se abrieron paso y empezaron a acariciar como toda una profecional mi pene de formas que jamás había experimentado fue cuando apareció una brillante gota de líquido preseminal que se formó una sonrisa en su rostro. Yo aun estaba encantado por los movimientos de sus manos sobre mi pene pero sin previo aviso sentí como sus labios saltaron hacia delante y se tragaron mi pene sin hacer siquiera un gesto de asco. 

Ella parecía deleitarse lamiendo y sintiendo en sus labios mi  esencia almizclada mientras sus labios envolvían mi pene y se hundían. La firmeza suave y caliente de mi pene llenaba su boca mientras ella parecía chupar gustosa, su lengua ondulaba por todo mi pene haciéndome sentir mejor con cada movimiento y ella parecía no quedarse atrás su cuerpo se calentaba y humedecía mientras seguia chupandome aprovechaba sus manos libres para jugar con ella misma, parecía muy emocionada por hacerme correr para sentir mi caliente y espeso semen en su boca. 

Ella o mejor dicho quien estuviera en su cuerpo parecía saber las mejores técnicas para hacer felaciones en un momento subió lentamente, acariciando haciendo movimientos con su lengua que acariciaban todo mi pene desde la parte más baja pegada a mis bolas hasta la cabeza, extendiendo su saliva por mi pene antes de sacarlo y hacer movimientos muy lascivos como pasarlo por sus labios o darle besitos en la puntita solo para inesperadamente tomarlo de nuevo y volverselo a  tragar  hasta lo más profundo de su garganta empujando su boca hacia abajo y más hacia abajo hasta que su pequeña nariz se enterró en mi vello pubico y  su boca estaba completamente llena con mi pene. podía sentir como golpeaba con mi pene la parte posterior de su garganta y ella lo abrazaba apretandolo y succionando, con la boca llena la persona que tuviera su cuerpo seguía demostrando que era una experta, dejando que sus labios se deslizaran arriba y abajo de mi pene, jugando conmigo y con mi cordura pues en un momento parecia que queria hacerme correr pero se detenía en el momento justo donde me dejaba al borde del orgasmo hasta que parecía pasar un poco solo para luego reanudar.

En los pocos segundos que no tenía placer a mares con la chupada que estaba recibiendo podía notar como esa persona jugaba con el cuerpo de Diana, usaba sus manos para autoestimularse, jugaba con los pezones y la vagina de Diana. La hacia ver tan lasciva tan excitante pero fue ahí que sentí algo grande, algo que no podría detener. sabia que estaba apunto de eyacular e inconscientemente mi cuerpo reacciono. Sujeté a Diana por la cabeza y la presioné contra mi haciendo que mi pene entrara hasta el fondo de su garganta otra vez.

No dije nada más y seguí empujando profundamente. ella no parecía molesta aguantó todo aunque parecía ahogarse un poco, posiblemente sabia lo que venia y succiono con sus labios mientras yo "explotaba", obligando a diana a tragar chorro tras chorro de semen caliente. incluso entonces ella aun después de venirme continuó lamiendo mi pene hasta dejarlo limpio, tragando cada gota mientras mi pene se ablandaba en su boca y finalmente después de que lo dejó "limpio" lo soltó y se sentó en el asiento. yo estaba en éxtasis había sido la mejor mamada que me habían dado pero cuando sentí un pequeño frío reaccione y vi como Diana se preparaba para salir de mi carro "Bueno guerito no se porque pero lo disfrute mucho, lo disfrute mas que otra veces pero como te dijo mi valedora yo solo hago mamadas, así que ya me voy no te preocupes tome 400 pesos de tu cartera mientras seguías en las nubes..." no podía dejar que se fuera no iba a dejar que se fuera.....

Lamentablemente no pude hacer nada para que se quedara, puesto que de inmediato se "ocupó" tuve que irme a mi casa por ese día. cuando llegue y me recoste inevitablemente empecé a tocarme. No podía dejar de pensar en lo que había pasado, en lo rico que se había sentido todo lo que quien tenía ahora el cuerpo de diana me había hecho. no me quitaba de la cabeza la imagen de su lindo rostro y sus lindos labios engullendo sin problema mi pene sin una pizca de asco en su rostro. era algo que no me podía sacar de la cabeza. su linda inocencia mezclada con los años de experiencia de la prostituta que ahora poseía su cuerpo. En primera instancia me sentí algo celoso sin motivo empecé a pensar que si la hubiera acompañado nada de eso hubiera pasado pero los celos no venían de ese pensamiento si no del hecho de que alguien mas tenia su cuerpo luego al seguir recordando mientras me masturbaba muchos sentimientos se mezclaron dentro de mi. desde la culpa hasta la lujuria, sentía culpa porque era su cuerpo no podía hacerle eso pero otra parte de mi no le importaba quería mas y mas sentí remordimiento porque si lo que me habían dicho era cierto tal vez la verdadera diana estuviera muerta y un sádico pensamiento pasó por mi mente fue muy fugaz pero aun asi lo pude captar "Si esta muerta puedo disfrutar de su lindo cuerpo que aún está vivo no?" y fue cuando esa idea cobró más sentido la exitacion de saber que podía hacer cualquier cosa con quien estuviera dentro de su cuerpo con tan solo pagarle se adueño de mi cabeza la emoción fluyo dentro de mi, arquee la espalda pues un escalofrío de esos escalofríos que se sienten ricos paso por mi columna vertebral y sin poder pararlo un chorro de semen salio y salpicó todo. Lo unico que tenia en la cabeza era lo que haría al dia siguiente como iria otra vez y le pediría a "Diana” que me chupara la verga y eso retumbaba en mi mente por que sabia que si le decia algo asi a la verdadera diana seguramente me vería con cara de asco pero esta nueva diana era mucho mejor que eso.

Y así lo hice ese mismo dia despues de estar toda la tarde esperando salir del trabajo, subí a mi carro y me encamine directo a sullivan encontré a la misma prostituta y le dije "este por favor hablale a la perra que me recomendaste ayer" La tipa se quedó sorprendida y yo también, jamás le habría dicho eso a diana pero ahora eso no importaba, sin preguntarme porque o que esta chica fue y regreso en pocos minutos con “Diana”, ella subió a mi carro y volvió a hacerme lo mismo pero aunque era lo mismo el placer era mas intenso asi fue que me hice adicto a sentir los labios de diana sobre mi pene y diariamente volvía todos los días al salir del trabajo tenía 400 pesos en mi bolsa para experimentar los dulces y apretados labios de Diana sobre mi pene. haciendo movimientos un poco más arriesgados cada dia, poniendo mi mano sobre su trasero un dia, metiendo mis manos en su brasier otro dia o jugando con su lindo clitoris cuando la confianza parecia ser más. 

Así estuve durante 1 mes recibiendo una chupada todos los días. haciendo que se tomara mi espeso semen a diario hasta que por fin llegó el día que esperaba. Salió del trabajo con una propuesta que “Diana” no rechazaría. Fui a Sullivan como los últimos días y ella parecía ya esperarme a la hora de siempre. "que paso pinche guerito llegaste a la misma hora de siempre. andas bien urgido de mi boquita verdad," me dijo al acercarse al carro "Aver perra estupida quiero que entres al carro y escuches una propuesta que tengo que hacerte." cuando entro al carro yo puse de inmediato los seguros y comencé a conducir hacia uno de los moteles con garaje que había por la zona "Oye oye pinche vato para que me traes a este lugar?" me dijo antes de que le diera una cachetada y la callara "Escuchame pinche perra" Dije antes de darme cuenta de que aunque era otra persona sus ojos aún eran muy inocentes, "me acaban de dar mis utilidades, traigo 10000 pesos y según me has dicho aun no pierdes la virginidad de ese cuerpo no? pues si me la das a mi te dare los 10000 pesos" le dije esperando que aceptara, ella sin chistar me dijo sin ningún reparo "15000 Tu reloj y tu teléfono" me dijo yo estaba a punto de reventarle una cachetada cuando ella me paró en seco "Acuérdate que no soy una pinche chamaca pendeja, claro tengo el cuerpo de una pero tengo la experiencia para saber que estas obsecionado con Mi nuevo cuerpo, si yo quisiera te podría pedir 20000 y se que me los darias pero no quiero ser culera contigo, me caiste bien chamaco asi que si me pagas eso aceptaré," Yo no dije nada ni siquiera pensé y sin siquiera decir nada o regatear saque mi cartera y le di los 15000, "El reloj y el teléfono te los doy al final ok?" Ella asintió y bajó del carro "A y tu pagas el motel" Movido por la lujuria fui directo a la recepción a pedir un cuarto saque mi tarjeta de crédito y le dije"deme cualquier cuarto que tenga rápido!!!" el recepcionista se me quedó viendo y me dio una llave "Disfrute su..."escuche antes de salir corriendo "habitacion 120" le dije prácticamente gritando por la lujuria a “Diana”. ella parecia caminar despacio como para hacerme enojar y fue ahí que la tome del brazo y la jale hacia donde le estrenaría ese cuerpecito.

Al llegar a la habitación no pude contenerme, De inmediato me lance sobre ella besándola diciendole cosas sucias al oído "Estuve esperando mucho tiempo para darte riata" Dije quitándole la blusa y sacando a relucir sus tetas. La seguía besando, jugando con sus pezones mientras le besaba el cuello Dominando por completo la situación. A pesar de la situación, podía sentir que mi cuerpo se excitaba pero el de diana se excitaba mas, temblaba y parecía manso a mis caricias "Que te pasa perrita linda, no que eras una veterana? pareces estar temblando como una inocente niña" "Yo este...." Intento decirme algo pero yo comencé bajar lentamente para lamer sus pezones que se pusieron aún más erectos en mi boca y varios gemidos escaparon de sus labios cuando mis ásperas manos bajaron y agarraron con fuerza su trasero pegandola completamente a mi. Pense que encontraría resistencia pues estaba siendo algo brusco pero ella parecía estar disfrutando eso. Note como su cuerpo inconscientemente se pegaba cada vez mas a mi pidiéndome pene con la mirada mientras yo aun seguía con sus tetas, mordisqueándolas, chupándoselas y apretándolas. Tenía el control total, un hecho que era tanto aterrador como emocionante. Las olas de excitación a través de mi cuerpo me lo dijeron.

Como si el tiempo pasara sin que nos dieramos cuerpos y nuestros cuerpos estuvieran en piloto automático baje mis boxers y ella hizo los mismo con su tanga no sabia porque pero ver esa prenda me prendio es algo que sabia que la verdadera Diana no usaría pero me emocionó más el hecho de que su lindo Coñito virgen estaba indefenso ante mi por lo que 2 de mis gruesos dedos se colaron sin permiso en en las profundidades de aquel apretado espacio de placer. ella no pudo contener el gemido, lo que solo me animó más y más metiendo mas profundo mis dedos mientras con mi pulgar masajeaba su clítoris haciendo que su respiración pasará a ser jadeos ásperos y entrecortados gemidos ahogados como luchando para que no pareciera que yo tenía todo el control. "Nunca habías estado tan mojada antes o si perrita linda?” Dije invadido por la lujuria por el deseo que tenia de hacer lo que tenía que hacer, Cuando me levante para poder contemplar el espectáculo de lo que sería su primera cogida ella no parecía consciente de lo grande que era mi pene, estaba completamente erecto y listo para entrar en aquel hermoso y mojado lugar, pero ella pareció entenderlo cuando estaba presionando contra ella contra sus labios rosados ​y bien cerraditos pero eso cambió en un solo su segundo cuando empecé a cojermela, podía sentir su apretada vagina intentado resistirse inútilmente al penetrada. abriéndose con cada centímetro que le metía dejándome indiferente y despreocupado ante el jadeo de dolor que hizo cuando su himen finalmente se rompió.

Mi pene era tan grueso y su coñito estaba tan nuevecito que podía sentir la dificultad de seguir metiendo algo tan grande en su vagina, estaba tan apretada que parecía aferrarse a mi pene era tal el placer que sentía que cuando se lo había metido todo y mi pene tocaba su útero me detuve a sentir esa conexión tan especial, ese placer que me daba tener el control total de su vagina como si mi pene se adueñara de ella pues parecia no querer soltarme pero aun asi la saque un poco y luego la volvi a meter mas profundo y más rápido. Mirando su cara que estaba llena de deseo "Quieres mas perrita linda?" ella solo asintió fue en ese momento que la abofetee un poco "Cuando te hable me tienes que responder" le dije ella no parecía feliz pero yo estaba en control así que me dijo "Si dame mas duro por favor mas rapido nesesito mas" y fue ahí que saque mi pene de dentro de ella. Aprovechando mi fuerza y que era más grande que ella la tome por la cadera y la puse en la posición de perrita, "Estás lista?" pero antes que pudiera contestar volví a meter hasta dentro mi pene grueso y bulboso, esta vez no me costó tanto trabajo pero lo mejor era que su vagina me seguía apretando igual de rico. la tomé por el cabello y le comencé a dar lo más fuerte que podía, haciendo que el sonido de su trasero con mi pelvis se escuchara por la habitación. dandole nalgadas de vez en cuando y haciendo que dejara de ahogar los gemidos "Siii si dame mas, mas!!!! " gritaba con cada estocada, gemia mas y mas fuerte con cada beso que la cabeza de mi pene le daba a su útero. Me encime sobre ella  y comencé a besar su cuello, a jugar y estimular sus pezones una vez más mientras seguia y seguia incansablemente penetrándola una y otra vez

Cuando sentí que mi pene palpitaba deje de besarle el cuello y la volvi a tomar por el cabello, esta vez pude ver como arqueaba aún más su columna esperando lo que venia, pude notar como tenia espasmos y temblaba por los orgasmos que le estaba provocando, deleitandome con los sonidos de sus gemidos y su rostro que estaba sudoroso y rojo por la sangre que bombeaba su corazón al final yo no pude soportarlo mas y le jale aún más el cabello mientras mi pene derramaba todo el semen dentro de ella. La podía ver gemir y gemir como la puta en la que se había convertido. Todo había sido tan excitante y tan desgastante que ambos caímos exhaustos en la cama viéndonos fijamente cruzando nuestras miradas, comunicándonos sin hablar solo con nuestras miradas acercándonos hasta abrazarnos para quedar cruzados y poco a poco a poco quedarnos dormidos juntos después de aquel acto pervertido y carnal……………

No sabía cuál era mi nombre. Hacía mucho tiempo que lo había olvidado. Cuando caí en esta vida, me di cuenta de que existían muchos excesos. El dinero parecía llegar tan fácilmente. Mientras la gente trabajaba y desgastaba sus cuerpos en actividades monótonas y agotadoras, yo también desgastaba el mío, pero no tanto como los demás. Además, trabajaba brindando placer, tanto a mis clientes como a mí misma.

Al principio, me sentía sucia y fuera de lugar al adentrarme en ese mundo "oscuro". Pero con el tiempo, desarrollé una adicción a ese placer y a la facilidad con la que el dinero fluía hacia mí. Solo tenía que convertirme en un juguete durante una o dos horas para el disfrute de mis “clientes”, recibía una recompensa generosa por ello. Eventualmente, me convertí en la estrella de mi área y acumulé una pequeña fortuna. Esta fortuna era solo mía, ya que había evitado caer en las garras de un proxeneta o mafia. Sin embargo, no pude evitar caer en las drogas.

Recuerdo el momento claramente. Me pagaron una suma extra para "experimentar". Me dijeron que el sexo sería como una revelación, y aunque al principio lo disfruté un poco más, en cuanto esa sustancia tocó mi lengua, las cadenas de la adicción se expandieron por todo mi cuerpo. En cuestión de un año, mi pequeña fortuna se evaporó debido a las drogas, y mi cuerpo se deterioró aún más. Sin mencionar que mi mente se sintió confusa y nublada.

Pasé de ganar muy bien a ser la persona que te daba una mamada por solo 100 pesos. Al menos, eso me permitió perfeccionar mis habilidades significativamente. Convertirme en una experta en ese tipo de cosas me ayudó a sobrevivir por un tiempo. Sin embargo, cuando mi cuerpo se deterioró aún más y mi apariencia se volvió menos atractiva, solo aquellos desesperados recurrían a mis servicios.

Cuando finalmente encontré "la luz", ya me había perdido demasiado en mi propia miseria y porqueria como para darme cuenta de que esa luz era completamente irreal. Terminé en un culto perverso en el que solo servía como una especie de muñeca sexual, alimentada con drogas para mantenerme atrapada en ese oscuro abismo. En aquellos días, me sentía completamente muerta por dentro. En los escasos momentos de lucidez, cuando no estaba drogada, lloraba desconsolada, observándome en el espejo, contemplando el triste reflejo de la persona en la que me había convertido un remedo de ser humana sin valor alguno.

Recordaba con nostalgia mi vida anterior, cuando era una mujer hermosa que tenía a muchos hombres a sus pies y una fortuna envidiable. De eso ya no quedaba nada. Ahora estaba demacrada, mis costillas eran visibles a simple vista. Mis senos, que antes eran orgullosos 38 doble D, ahora no eran más que bolsas de carne flácida que se desplomaban sobre mi pecho, viejas y arrugadas debido a las drogas que me consumían y al inexorable paso del tiempo. Los pezones, una vez atractivos, ahora eran grandes, oscuros y poco apetecibles. De aquellos hermosos pezones de antaño, solo quedaban los recuerdos. Y ni siquiera quiero mencionar cómo había quedado mi zona íntima. Recordaba con tristeza cómo era antes, y al mirarla, me llenaba de asco.

Esa no podía ser yo, pero, lamentablemente, lo era. Estaba tan desesperada por conseguir una dosis que haría cualquier cosa para que alguien del culto me la diera. Fue entonces cuando entró en el culto esa persona a la que llamaban "el Gurú". Era un exconvicto, con mas tinta que piel visible. Sin embargo, dentro de prisión el decia haber encontrado la fe en la santería y desde ese entonces comenzó a instruir  a todo aquel a quien conocia entre ellos nosotros. Pronto, lo que antes era solo un culto que servía como excusa para violar y traficar, se convirtió en un culto real. Muchas personas se unieron y de repente había "brujas", "curanderos" y otros "gurús" dentro de ese pequeño rincón del mundo conocido como "La Merced" el decadente lugar donde habia terminado despues de una vida de pesimas decisiones.

Fue un día de desesperación cuando me acerqué al "gurú". No tenía ningún interés en sus enseñanzas o en su filosofía de vida. Lo único que ansiaba era una dosis, su dosis, que aliviaría la angustia de mi adicción. Cuando me aproximé y le supliqué que me la proporcionara, su respuesta fue contundente: él nunca se sometía a las porquerías que consumíamos el resto de nosotros. Su elección era lo natural, y para demostrarlo, sacó un porro y comenzó a darle profundas caladas.

"Me doy cuenta de que cargas un peso abrumador en tu alma", dijo, mientras yo continuaba sufriendo los síntomas del síndrome de abstinencia. Fue entonces cuando el gurú extendió su mano y tocó mi cabeza con una ternura inesperada. Mi mente, nublada por las drogas durante tanto tiempo, de repente se aclaró. Fue como si las telarañas que habían envuelto mi cerebro se disiparan, y pude ver con una claridad que creía perdida.

"La diosa de tu profesión está triste por ti", continuó el gurú con una voz suave pero profunda. "Ella te ha enviado señales, advertencias que ignoraste, sobre el oscuro destino que te aguardaba después de amasar tanta fortuna. Ella sabía que debiste retirarte a tiempo, pero tu orgullo y tu adicción te condenaron".

Estas palabras me hicieron estremecer de una forma inexplicable. El gurú debió notar mi reacción, y para tranquilizarme, añadió: "No te preocupes. Existe alguien que te valora mucho y desea brindarte una segunda oportunidad. Sin embargo, hay condiciones. Debes permanecer limpia, aunque sea una lucha ardua. Si puedes cumplir con ello, serás recompensada con una nueva oportunidad".

Minutos después de mi inusual encuentro con el gurú, me hice una promesa solemne: estaría dispuesta a soportar cualquier cosa para obtener esa segunda oportunidad que él mencionaba. Algo en mi interior sugería que, siguiendo las indicaciones del gurú, podría lograrlo. La breve pero liberadora experiencia de que aliviara mis síntomas de abstinencia me había demostrado que él era algo más allá de mi comprensión.

Sin embargo, como él mismo había advertido, todo fue temporal. Mi mente se nubló de nuevo, y los días siguientes se tornaron difíciles. Mi cuerpo, impregnado de sustancias tóxicas, suplicaba drogas a gritos. La falta de ellas me sumía en un dolor inmenso, acompañado de convulsiones y delirios. A pesar de todo, la esperanza de obtener esa segunda oportunidad seguía ardiendo en mi interior. No tenía nada más que perder y estaba decidida a hacer todo lo posible para obtenerla.

Las drogas, sin embargo, eran una fuerza arrolladora. Voces en mi mente se intensificaban con el paso de los días, implorandome que volviera a consumir esas porquerías. Aparecían visiones de una misteriosa mujer con una parka negra, susurrando mi nombre en los momentos en que sentía que mi vida pendía de un hilo. También vislumbraba a veces como un hombre con gabardina y sombrero de copa, sus ojos oscuros irradiando una extraña paz y, al mismo tiempo, un terror abrumador y absoluto.

La quinta semana fue la más dura. La agonía de la abstinencia me tenía al borde de la caída, y la tentación de volver a la droga era casi insoportable. Cada día que pasaba, mi cuerpo se sentía más corrupto, más podrido por las sustancias que había consumido en el pasado. Mis años de decadencia habían cobrado su precio, y sentía que mi vida pendía de un hilo.

Fue entonces que el gurú apareció de nuevo frente a mí. Sus palabras resonaron en mis oídos como un bálsamo para mi alma torturada. Habló de una nueva oportunidad, de una segunda vida que podría vivir si hacía lo correcto. En sus manos, sostenía un ídolo de Pomba Gira, una deidad que supuestamente protegía a las prostitutas en su arriesgada profesión.

Me explicó que debía encontrar un nuevo recipiente, un cuerpo en el cual pudiera continuar mi deseo de vivir. Pero había una advertencia: no debía caer en las mismas trampas que me habían llevado a la decadencia. Debía luchar por salir de esa vida, aunque no sería fácil. La diosa sabía que podía lograrlo.

Señaló al fondo del pasillo, donde yacía una figura que había visto en mis delirios: una mujer hermosa vestida con ropa antigua. Al preguntarle al gurú si también la veía, confirmó que sí, y explicó que ella venía por mí. Aunque tenía deseos de vivir, para esa mujer no importaba. Sabía que el tiempo de mi carne estaba llegando a su fin y que, cuando eso sucediera, podría reclamarme. Con estas palabras, el gurú se levantó y se marchó sin decir más.

Con las pocas fuerzas que me quedaban, me levanté y pude percibir que esa visión se acercaba más y más. Me dolía todo el cuerpo y la boca me sabía a sangre; la droga finalmente estaba terminando lo que había empezado. Intenté correr, pero solo podía arrastrar los pies mientras arrastraba el resto de mi cuerpo por las paredes. Cuando finalmente logré salir a la calle, desesperadamente busqué a alguien. No sabía qué pasaría cuando tocara el ídolo junto a otra persona, pero debía hacerlo. No quería morir, y ese pequeño ídolo que sostenía con las pocas fuerzas que me quedaban era mi última esperanza. La muerte se acercaba más rápido, la podía ver más cerca.

Y entonces la vi. Esta chica irradiaba algo, era felicidad; podía verlo en su forma de caminar y en su mirada perdida mientras pensaba en lo alegre que era, con una sonrisa enorme en su rostro. No parecía preocupada por nada, y algo dentro de mí supo que yo quería esa misma felicidad. Así que, con los últimos alientos de mi carne, me acerqué a ella.

"Por favor, ayúdame. No quiero morir, no quierooooo", le dije lastimosamente, mientras desesperadamente buscaba sus manos.

"¿Está usted bien? ¿Qué le pasa?", me preguntó preocupada mientras intentaba ponerme de pie.

"Dame la mano, por favor. Sé que ya no me queda mucho tiempo", estiré mi mano hacia la suya, y ella, con bondad, la sostuvo. Fue entonces que el mundo se detuvo. Ambas nos miramos fijamente mientras el universo parecía girar a nuestro alrededor. Pronto ambas nos sentimos expulsadas de nuestros cuerpos mientras, por el rabillo de mis ojos, podía ver que la marcha incesante de la muerte no se detenía.

También pude ver que, cuando nuestras almas estuvieron fuera de nuestros cuerpos, unos hilos de plata nos mantenían unidas a ellos. Yo estaba consciente, pero la chica parecía estar en un sueño profundo. De repente, una figura neblinosa se arrastró fuera del ídolo y comenzó a deshacer los hilos uno por uno. Sin embargo, cada vez que uno era deshecho, otro surgía, esta vez atándonos al cuerpo de la otra. Uno por uno, todos nuestros hilos fueron intercambiados.

Poco a poco, el mundo comenzó a ponerse en marcha una vez más, y esta vez los hilos nos jalaron hacia el cuerpo de la otra. Cuando entré por completo en el cuerpo de la chica, sentí una vitalidad rejuvenecedora, como en mis tiempos de antaño. Noté mi mente limpia y mi cuerpo sano antes de abrir los ojos. Al hacerlo, pude ver mi antiguo rostro, como si estuviera durmiendo mientras yo la sostenía en brazos.

Por el temor de lo que estaba viendo, sin quererlo, solté mi cuerpo y este cayó como si fuera un costal de arena, golpeándose la cabeza e inmediatamente después entrando en una convulsión. Pude ver mi cuerpo convulsionando y echando espuma por la boca mientras yacía en el suelo, con un pequeño hilo de sangre formándose. Asustada, tomé el ídolo y antes de salir corriendo, pude ver a la dama de negro recogiendo el alma de la chica de mi cuerpo y alejándose en el callejón con ella.

Después de presenciar esa estremecedora escena desde mi nuevo "recipiente", la desesperación me inundó. Corrí a toda prisa, sin tener idea de quién era ahora ni de dónde venía la chica a la que había tomado prestado su cuerpo. Mis pensamientos eran un caos, pero no tenía más opciones. Mis piernas me llevaron instintivamente a la pequeña vecindad donde había trabajado como prostituta durante tanto tiempo.

Entré apresuradamente en la modesta habitación que solía ser mi refugio, un lugar donde me cambiaba y realizaba mis labores. La puerta se cerró tras de mí, creando un espacio íntimo en el que podía finalmente procesar todo lo que había sucedido. El cuarto estaba envuelto en sombras, solo iluminado por la débil luz de una lámpara tambaleante.

Las paredes parecían susurrar recuerdos de mis días como trabajadora sexual, la cama desgastada por el tiempo y las sábanas ásperas, testigos mudos de mi pasado. Aunque me encontraba en un cuerpo ajeno, este lugar me brindaba cierto consuelo, una conexión con lo que había sido mi vida anterior. Respiré profundamente, tratando de recuperar la calma, mientras me sumía en la incertidumbre de mi nueva existencia.

Temblando, me recosté en la cama. No había tenido tiempo de procesar todo lo que había ocurrido, ni la experiencia sobrenatural que había vivido hace relativamente poco, pero mis sentidos estaban siendo asaltados por las miles de diferencias entre mi antiguo cuerpo y este delicioso nuevo cuerpo joven y vibrante.

Mi mente comenzó a explorar las sutilezas de mi nueva forma. Noté cómo mi boca y lengua tenían una textura ligeramente diferente, y mis labios eran gruesos y suaves, sin rastro de sequedad. Cuando lamí mis labios, pude percibir el ligero aroma a fresas del brillo labial que aún perduraba. También noté olores más desagradables y repulsivos: agua estancada, el penetrante hedor a sexo en plena Merced, el olor a alcohol, cigarro y semen que impregnaba el lugar. Todo esto gracias a mi nueva nariz, más perceptiva y sin los estragos causados por las drogas.

El sonido de mi nueva voz era como lo recordaba cuando esta chica intentó ayudarme, hermosa pero diferente. Esta vez, no era una voz preocupada; estaba llena de emoción y se notaba que no era la voz ronca y áspera que solía tener. A medida que mi mente se aclaraba aún más, me di cuenta de que ahora era más pequeña. Si bien nunca fui la persona más alta del mundo, había perdido algunos centímetros. Mis manos carecían de los callos que antes solían cubrirlas, y lo más notorio era que mi vagina ya no picaba y rogaba constantemente exigiendo sexo. Era un cambio radical, y mi mente se debatía entre la sorpresa, el asombro y la confusión.

Así que perdiendo el miedo a verme en el espejo me acerqué a uno de cuerpo completo que había en la habitación y lentamente me fui revelando solo para poder admirar el cuerpo joven que ahora tenía era como un milagro la chica que ahora era tenía unos 26 años tenía la piel suave y lisa, senos firmes pero pequeños aun asi lindos a la vista una figura nada envidiable con piernas firmes, cabello castaño y dientes blancos como perlas, al verme en el espejo confirme que si era mucho más bajita que antes pero el plato principal estaba por ser servido en bandeja de plata. Lentamente disfrutando del espectáculo de una nueva juventud en un nuevo ser me fui despojando de toda la ropa que traía puesta notando que era demasiado mojigata”Enserio así visten las chicas de hoy en dia?” pensé mientras me venía a la mente la idea de que tal vez esta chica era una de esas puristas o frígidas, aun asi cada centímetro de dulce piel joven que desnudaba era mas y mas emocionante para mi. ya no tenía arrugas o infecciones, ni la piel reseca, mi cuero cabelludo y mi cabello eran sedosos y radiantes, nada comparado con el pelambrero que tenía apenas hace unas horas. pude notar varios lindos lunares en algunas zonas “escondidas” un lindo ombligo acompañado de un abdomen definido unas piernas que a pesar de la baja estatura se destacaban muy bien y estaban bien torneadas.

Pero el plato más jugoso estaba debajo de la ropa interior color blanca que la chica o mejor dicho que mi nuevo yo llevaba puesta. quitar lentamente el brassier y revelar mis nuevos y lindos senos con unos pezones lindos y rositas coronandolos fue lo más emocionante de toda mi vida, había recuperado mi juventud y era como estar abriendo un regalo maravilloso un lindo cuerpo en el que no cometería los mismos errores. pero aun faltaba la joya de la corona lo más importante para una mujer “Mi tesorito” necesitaba verlo necesitaba comprobar que no era como lo que habia dejado atras asi que baje las pantys de abuela que esta chica tenia y contemple en toda su gloria mi nuevo coño, una linea completamente cerrada se dejaba ver en el reflejo del espejo. completamente rosadita lista para ser abierta por mis propios dedos y explorada a profundidad pero con delicadeza lentamente baje mi mano por el abdomen disfrutando del toque de mi sensible piel emocionandome centimetro a centimetro del camino poniendo mis dedos en posición de V y acomodandolos para que con un solo movimiento aquel hermoso lugar fuera revelado. Ante mí se revelaba mi nuevo coño rosita con los labios bien definidos. el clítoris algo pequeño pero demasiado sensible, y por último la sorpresa de un himen intacto indicando que era virgen otra vez.

Pero cuando por fin conocería mi cuerpecito y le daría su primera “explorada” tocaron a la puerta de la habitación. me paralize por un segundo pero rápidamente supe que no tenia salida asi que resignándome abri nerviosa la puerta solo para encontrarme a mi vieja amiga la “melcocha” como le decían.”ora tu pinche escuincla? que haces aqui?” me le quedé viendo mientras intentaba inventar una excusa pero nada se me ocurría. estando desnuda frente a ella los nervios me paralizaban al parecer este cuerpo siempre fue asi algo “nervioso” pero yo no podia ser asi menos en donde estaba por lo que me arme de valor y estaba dispuesta a hablar pero lamentablemente la melcocha me interrumpio “A no me digas que eres la nueva golfa que se apadrinó la “carnivora”?” se me quedó viendo mientras parecía inspeccionarme de arriba a abajo notando los detalles de la “carne fresca” que ahora poseía.

No podia evitar sentirme mal,  los sentimientos de la antigua dueña de mi nuevo cuerpo surgian y brotaban por cada nervio de mi ser. no sabia explicar porque pero sentia miedo, nisiquiera la primera ves que algo asi paso en mi antiguo cuerpo me senti incomoda pero esta ves todo era diferente sentia la piel de gallina. sudor frio me recorria la espalda y los nervios me hacian sentir el estomago revuelto. aun asi sabia que debia continuar con todo esto o tendria problemas serios. “Bueno chamaca como se ve que no sabes en lo que te estas metiendo te voy a preguntar si estas segura de esto aqui no andamos jugando” no sabia que responder, pero tampoco sabia nada de la vida de esta chica asi que tuve que irme por la via facil “Si si estoy segura de lo que hago” la melcocha se me quedo viendo un tiempo incredula por la respuesta “Pues con esa carita de mosca muerta que tiene puede que seas popular, la carnivora te habra dicho que ropa usar no? asi que preparate en lo que te consigo un cliente” me dijo mientras se retiraba pero yo aun nerviosa le grite “porfavor que solo sean mamadas por ahora” no queria entregarme luego luego a alguien queria estar nuevecita por un tiempo. Sabia a que tipo de ropa se referia a la melcocha y fue entonces que recorde.

Me dirigí hacia un pequeño armario donde siempre guardaba mi ropa. comenze a mover las cosas hasta llegar a una caja que estaba en el fondo “estaba guardando esto para ver si algun dia lo podria usar pero con mi antiguo cuerpo nunca iba a poder” me dije a mi misma “pero con este nuevo tal ves….” abri la caja y ahi estaba un conjunto demaciado provocador, un top que no dejaba nada a la imginacion. unas medias de red que harian resaltar mi piernas, unos tacones de aguja con 15 centimetros de tacon. varios pintalabios especiales que guardaba como mi tesoro, y porsupuesto unas g string que dejarian mi nueva vagina practicamente a la vista de todos solamente con una pequeñisima parte de tela practicamente un hilo cubriendo mi vagina cerradita, cuando sali lista para “ganarme el pan” regreso la melcocha con una sonriza maliciosa en su rostro. estaba acompañada de un hombre gordisimo facilmente unos 160 kilos que caminaba con dificultad y jadeaba aparte de sudar como un marrano aunque tambien era alto y parecia que en algun momento de su vida estuvo mejor que ahora no podia calcular su edad pero facilemente tenia unos 40 45 años “bueno princesita aqui esta tu primer cliente” eso era algo tipico de la melcocha, espantar a todas las chicas que llegaban porque si no le quitarian a sus clientes. pero yo no me iba a dejar de ella “Hola papito perdoname pero estoy empezando y solo hago mamadas seran 400 pesos” Cuando dije esto la melchocha se sorprendio por lo general todas cobraban 200 pesos por chupada “oyeme niña como le quieres cobrar tan caro al caballero no seas pendeja aqui no cobramos tanto” usando tecnicas que hace tiempo no usaba me acerque a el y me le pegue aunque me daba un poco de asco. comence a “frotarme” contra el al mismo tiempo que una de mis manos se acercaba “juguetonamente” a su pene haciendole algunas cosquillitas “Entonces papito quieres que estos labios se estrenen por primera vez contigo?” le dije mientras me lamia los labios y sin avisarle sujetaba su pene sobre la ropa como jalandoselo, el cliente solo asintio y yo voltee hacia la melcocha mientras le hechaba una mirada altiva y le decia “pues el cliente ya dijo que si asi que….” le hice una seña para que se fuera mientras jalaba al cliente dentro conmigo 

Cuando pasamos casi por “costumbre” me arrodille ante el cliente mientras el estaba parado frente a mi buscaba desesperadamente bajar  sus pantalones, tirando hacia abajo de la cremallera y luego bajando su trusa para revelar su gordo y grueso pene el cual Colgaba frente a su nariz, elevándose incluso mientras lo miraba.

mire hacia arriba y esas lonjas me impedian verle el rostro al cliente aun asi eso no era lo que me ponia nerviosa, si no el hecho de que parecia que esta chica o por lo menos su cuerpo que ahora era mio estaba nervioso me impedia moverme con la naturalidad con la que siempre lo habia hecho el hombre que parecia agotado con un tono mas o menos amable me pregunto si mejor lo podiamos hacer acostados. yo no tuve ningun problema por lo que el tipo se acosto pero antes de que yo pudiera unirme a el en la cama me dijo "Espera"el me pidio que me acercara y con sus grandes manos con dedos como salchichas dio un jalon a mi sostén rompiendolo y liberando mis senos que estaban con los pezones erectos.El me hizo la seña para que comenzara a “hacer lo mio” mientras el deseoso comenso a usar sus grandes dedos para juguetear con mis pezones mientras yo envolvía mis dedos alrededor de su verga notando que mis manos eran demaciado pequeñas en comparacion a esa enorme cosa acerque mis labios abri la boca y con dificultad me lo trague no pense que me costaria trabajo pero al parecer mi boquita era demaciado apretada y aun debia practicar con ella. Pude notar de inmediato el sabor, sabía a almizcle y tenia un olor extrañamente masculino podia notar que su pene estaba creciendo mientras lo tenia en la boca su pene pronto llenó mi garganta y podia sentir como latía contra mi lengua todo era tan parecido a lo que siempre hice pero por alguna extraña razon aparte de la excitacion me sentia asqueada mi cuerpo rechazaba inconcientemente lo que estaba haciendo pero ya no podia detenerme.

En un pequeño impulso involuntario el asco me hizo lentamente intentar retirarme y posiblemente salir corriendo pero este tipo,me sostuvo de la cabeza y me forzo a seguir mamandosela mis labios bajaron rapidamente por su pene hasta que senti la cabezita golpeando en la porte mas profunda de mi garganta ahogandome, esta ves por instinto trate de alejarme, pero la mano de este tipo seguia presionando en mi nuca obligandome a rogar por aire, intente golperlo incluso hice el gesto de que morderia su pene pero el lo detecto de inmediato y me jalo del cabello "Escuchame bien pendejita me esta gustando mucho lo que haces pero no te quieras pasar de lista o te arrancare todo el cabello y te golpeare asi que sigue mamando que lo haces muy bien", ordenó.

Sin mas remedio que seguir sus ordenes me puse sumisa haciendo lo que el queria deslizando mis labios de arriba a abajo, primero lentamente y luego  más y más rápido mientras este tipo parecia disfrutar demaciado incluso tomandose el atrevimiento de pellizacar mis pezones y hacerme sentir un poco de dolor. En un arranque de lo que supongo era placer el con sus dos manos me tomo de la nuca y nuevamente hundio mi cabeza y mis labios hacia abajo, empujando con mas y mas fuerza hacia abajo, hasta que mi nariz quedó enterrada en su vello púbico y yo me ahogaba este tipo era un idiota me tuvo asi unos minutos sofocandome con su gran pene y me jalo del pelo para llevarme hacia arriba dejandome en una posicion donde solo podia sostener la gruesa cabeza de su pene entre mis labios. El sabor salado del líquido preseminal podia sentirse en mi lengua con un gusto salado y acido que aun con mi mente medio nublada por la falta de ahire podia saber que sabía bien.


El me solto la cabeza mientras con un esfuerzo que parecia ser sobre humano para el estiro su brazo todo lo que pudo hasta llegar a mi zona intima mientras yo seguia deslizando arriba y abajo mis labios por su pene en una mamada que parecia gustarle mas y mas pasaron algunos minutos y la saliva corria por mi barbilla mezclada con liquido preseminal el hacia tiempo que nisiquiera sostenia mi cabeza para que yo siguiera chupando el se habia consentrado en jugar con mi clitoris y “devolverme el favor” haciendo que yo me excitara . Yo estaba chupando ansiosamente su miembro, tomándolo por completo y perdiendome en los placeres de esa accion, mi lengua empezo a responder mejor mientras recordaba mis tecnicas de antaño haciendole movimientos y ciertos toques en diversas partes de todo su pene dezlizando mi  lengua hacia arriba luego hacia abajo,  luego dandole pequeños “masajes” en la parte mas baja de su cabecita mientras con mis labios precionaba y succionaba su pene "Hija de tu madre, la melcocha me dijo que eras nueva pero lo mamas como una profecional" me dijo el tipo


Mi nuevo cuerpo parecia comprender mas y mas la situacion con cada momento de aquel acto, deje de estar rigida y pase a estar mas relajada, parecia que ahora si estaba en control total de mi nuevo yo aceptando la realidad de lo que habia sido y seria en un futuro sólo una puta. Mientras esos pensamientos pasaban por mi mente y estaba absorta en la felicidad de quitarme esos nervios el tipo sin avisarme comenzo a jadear no senti las palpitaciones que presagiaban lo que venia, el maldito en lugar de decirme que estaba por correrse me tomo de la nuca y obligo a mis labios a bajar por su pene hasta que su cosa estaba en el fondo de mi garganta quede sorprendida de la cantidad de semen que salia sin mas remedio intente tragarmelo todo pero al ser demaciado me atragante;era tanto que mientras despégaba mis labios de su miembro sintia el cálido semen aun brotando en cantidades llenandome y luego escapando entre mis labios para derramarse por mi barbilla “tragatelo todo y te dare una buena propina” me dijo, yo hice mi mayor esfuerzo beberme todo eso pero lamentablemente era demaciado.


El tipo parecia bastante satisfecho aun asi yo sabia como eran esos encuentros el basicamente se levanto y se puso sus trusas y sus pantalones nuevamente yo intentaba limpiarme la boca pues aun tenia restos de semen en mis labios y entre mis dientes. el sujeto se arreglo todo lo que pudo y saco su cartera, cuando la vi quede atonita dentro habia puros dolares, billetes de 100 dolares que parecian recien impresos o por lo menos eran muy nuevos. el sin pensarlo mucho o tal vez atónito por lo que lo habia hecho sentir tomo 2 billetes y me los arrojo “solo porque lo hiciste de maravilla zorrita” sin decir mas palabras guardo su cartera y se fue.

Aquel dia empezo de nuevo mi carrera como señora de la noche o prostituta de esquina pase los primeros dias usando mi nuevo cuerpo en la merced, cobrando poco pero ganando popularidad con cada dia que pasaba, se corría el rumor de que una “nueva” chica a la que llamaban “la inocente” daba una mamadas que te dejaban viendo estrellas. aun asi sabiendo el tipo de lugar que era aquel me cuidaba mucho, cuidaba mi nuevo yo como si de una reliquia sagrada se tratase, con mis años de experiencia podía identificar a personas con enfermedades venéreas y los rechazaba de inmediato, resisti la tentación de entregar mi coñito virgen a cualquiera y eso que vi sumas importantes de dinero.

pasado 1 mes mas o menos, decidi volver a mi esquina habitual en sullivan los clientes aqui eran mas “nice” incluso algunos chicos guapos o personas de muchisimo dinero pero yo seguia cuidandome de todo, no queria que mi nuevo ser acabara como el anterior, no podia permitirlo, fue cuando este sujeto me reconocio…..

Queridos lectores,


Hoy, me encuentro llena de gratitud y emoción al dirigirme a ustedes. La escritura es un viaje solitario, pero al compartir mi trabajo con todos ustedes, se ha convertido en una experiencia verdaderamente significativa. A través de las páginas de "No Deberías Estar Aquí", he intentado transmitir emociones, contar una historias y compartir pensamientos que, de alguna manera, resuenan con cada uno de ustedes.

La creación de este libro ha sido un proceso apasionante, desafiante y, a veces, agotador. Pero cada palabra escrita, cada página pasada, ha valido la pena gracias a ustedes, mis lectores. Ustedes han dado vida a mis personajes, han explorado los mundos que he imaginado y han compartido sus emociones y pensamientos conmigo.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a cada uno de ustedes por dedicar su tiempo y energía a seguir mi blog y mis trabajos. Sus comentarios, críticas y apoyo constante han sido mi mayor motivación. Han alimentado mi pasión por la escritura y han hecho que todo el esfuerzo y la dedicación valgan la pena.

Este libro es tanto de ustedes como mío. Espero que hayan encontrado en sus páginas algo que los haya inspirado, entretenido o, tal vez, excitado un poco. Sigamos compartiendo historias y experiencias, porque eso es lo que nos hace crecer como seres humanos.

Gracias de nuevo por ser parte de este viaje literario. Sin ustedes, "No Deberías Estar Aquí" no sería lo que es.

Con gratitud y cariño,

Siesta 45