Espero que disfruten de esta historia se suponia estaria ilustrada por medio de imagenes de ia pero nunca se pudo concretar por la complejidad de las imagenes aun asi espero disfruten mucho esta histgoria
Comprar un espejo "mágico" no fue la idea más inteligente que tuve, pero sinceramente ese precio por un espejo de cuerpo completo era una verdadera ganga. Además, nadie podría culparme, era un espejo antiguo que vendían en una subasta y parecía muy valioso. Quería revenderlo, pero nunca había tenido muy buena suerte, que digamos. Así que, por supuesto, como no podía ser menos para mi mala suerte, el espejo tenía una maldición.
Cuando lo puse en mi casa y lo vi, fui absorbido dentro del espejo. Dentro me encontré en un espacio negro, no había nada más que oscuridad. Miré para todos lados, esperando encontrar alguna cosa, pero no podía ver nada más que un eterno vacío que parecía no tener fin. Y detrás de mí, la luz que entraba de lo que parecía ser el espejo. Podía mirar hacia mi habitación, podía ver mi cuerpo tirado en el suelo, inmóvil, sin vida. Y en el marco del espejo, unas extrañas letras marcadas en oro: "Para volver al mundo fuera del espejo, renacerás como otra persona". Eso era lo que decían esas letras, pero no les puse atención, simplemente miraba cómo pasaban los días.
Cómo entraron los policías, pues una llamada los alertó de mi muerte. Cómo se llevaron mi ser en una bolsa, solo para que después empezaran las investigaciones de lo que había pasado y tiempo después llegaran mis familiares por mis cosas. Se llevaron lo más elemental y el resto fue tirado a la basura, todo fue limpiado y acomodado, y a las pocas semanas, extraños empezaron a quedarse en lo que alguna vez fue mi hogar. Mujeres y hombres de todas las edades parecían rentar de vez en cuando mi antiguo departamento. Algunos se quedaban semanas realizando trabajos o viajes muy largos, y había quienes solo se quedaban unos días o incluso horas. Mujeres con sus novios que hacían cosas perversas. Todo tipo de gente con fetiches raros o que solo necesitaban descansar.
Fue cuando, después de algunos años, puse completa atención a las palabras que estaban a mi lado del espejo, en el espacio donde había estado durante largo tiempo.Pronto y después de mucho meditarlo, llegué a la conclusión de que tal vez, y solo tal vez, yo podría salir del espejo, pero si tenía que “renacer” como alguien, tal vez tendría que tomar su cuerpo. Fue ahí cuando empecé un nuevo tiempo de espera y reflexión. ¿Qué era lo que quería hacer? ¿En qué tipo de vida quería renacer?
Y entonces un día, ella entró por la puerta. Su nombre era Itzel, era una chica que parecía haber tenido mala suerte en la vida, pues solo le alcanzaba para rentar el pequeño espacio que alguna vez fue mío. Decidí observarla durante un tiempo y fue ahí cuando empecé a sentir cosas por ella. Era como un vínculo. Sin más que hacer, desarrollé una adicción por ella, por mirar cómo hacía su vida, por espiarla en sus momentos más íntimos.
Mi psique estaba en una batalla por lo que haría. Una parte de mí quería con todas las fuerzas intentar tomar su cuerpo, adueñarme de él e iniciar mi nueva vida con todo lo que ella era. No sabía cómo funcionaba la maldición del espejo, pero si solo era tomar su vida y que ella tomara mi lugar, tal vez ella podría encontrar algún cuerpo que le gustara en el futuro. Por otro lado, estaba esa parte de mí que me decía que no lo hiciera, que si me gustaba tanto, no debía tomar su vida así como así, debía dejar que ella continuara viviendo y yo esperar a alguien que en serio mereciera su vida robada.
Pero la muy tonta parecía provocarme. Cuando tuve ese conflicto interno, ella pareció empezar a vestirse un poquito más provocativa, nada excesivamente lujurioso, pero sí un poco menos mojigata. También empezó a pasar más tiempo desnuda frente al espejo, pero fue entonces que una tarde que ella parecía dispuesta a salir, se vistió de una forma que me hizo dejar de dudar. Por lo que cuando la vi tomarse una fotografía con su celular y hacer una pose provocativa, decidí intentar salir del espejo y fue más fácil de lo que pensé. Mi alma se dirigió directamente a su cuerpo y segundos después, yo me estaba viendo en el espejo. Esbocé una sonrisa y cuando estaba dispuesto a intentar moverme o hacer algo para comprobar que tenía control pleno sobre ella, el mundo empezó a dar vueltas. Todo parecía oscurecerse una vez más, pero esta vez cuando despertara, sería todo muy diferente.
Cuando desperté, estaba acostado en una cama que no reconocía. No perdí tiempo, fui a verme en el espejo y el hermoso rostro de Itzel estaba mirándome. No podía creerlo, estaba en control completo de su lindo cuerpo, ahora era todo mío. Pero antes de poder empezar a explorarlo, ahora no solo mirándolo, sino también sintiendo lo que ella sentía, su teléfono comenzó a sonar. Lo respondí y no era nada importante, solo una llamada de la telefonía que quería cambiarme a su compañía. En fin, eso no fue lo que me robó la tranquilidad, sino lo que vi en la fecha del teléfono. Eso no era posible, definitivamente no podía serlo, pero increíblemente lo era. Ese día era el día que el espejo me había absorbido, justo 2 horas antes de que eso pasara, era como si el tiempo hubiera retrocedido. No podía creer lo que estaba experimentando.
"¿Eso significará que mi cuerpo sigue vivo? ¿Podría evitar que vea el espejo?" No podía pensar en nada más que en eso, ni siquiera me pasó por la mente que tal vez y solo tal vez, si yo aún vivía y evitaba que mi cuerpo viera el espejo, tal vez perdería el hermoso cuerpo de Itzel. Ni siquiera pensé eso, solo salí corriendo de la casa donde estaba y, usando su celular, intenté ubicarme y buscar la forma de llegar a mi antigua casa. Estaba algo lejos, pero el cuerpo que tenía ahora estaba lleno de vitalidad, por lo que ir corriendo se me hizo de lo más normal. No sentía cansancio, ni siquiera me sentía con ganas de detenerme, pero lo que sí podía sentir era los modestos senos de Itzel rebotando un poco mientras corría. Su cabello atravesándose frente a mis ojos, el dulce aroma de su cuerpo mezclándose con el sudor y haciendo que me sintiera excitado, provocando que sintiera un poco de humedad en cierta zona pervertida. Todas las sensaciones eran cada segundo que pasaba más abrumadoras, esa acción tan normal como ir corriendo se estaba convirtiendo en lo más erótico del mundo. Incluso podía sentir las miradas de las personas, como si el ambiente a mi alrededor me notara más.
Mi corazón bombeaba sangre como loco y pronto surgió un deseo lujurioso de "estrenarme" el cuerpo en el que estaba. Me pedía a gritos que me detuviera y que le pidiera a la primera persona que viera que me hiciera sentir otro nivel. En mi mente se hizo presente el recuerdo de que Itzel no había tenido sexo y esa información no hizo más que encender más y más la lujuria.
Mi nuevo cuerpo seguía corriendo bajo mis órdenes y mi mente estaba nublándose cada vez más por la necesidad de sentir algo dentro de mí. No sé por qué, pero en este cuerpo de mujer podía sentir y ser más receptivo con mi cuerpo en general. Sin siquiera tocar la zona íntima de Itzel, podía saber que ya se encontraba lista y lubricada para que un miembro se deslizara hasta el fondo de ella. Con el roce del sostén, podía sentir que mis pezones estaban listos para ser chupados y usados como juguetes. Podía oler un peculiar olor como si de feromonas se tratasen que parecía decir: "Necesito con desesperación un pene".
Y fue ahí cuando llegué. Estaba empapada en sudor con unas ganas irreales de sentir el sexo con mi nuevo ser. Abrí la puerta de un golpe y vi cómo mi antiguo cuerpo estaba ahí, mirándose en el espejo, pero aun así, estaba vivo, haciendo cosas y gestos tontos en el espejo. Se sorprendió cuando me vio entrar por la puerta y solo pudo decir "emm, ¿tú quién eres?" antes de que yo me abalanzara sobre él, sintiendo las necesidades de mi nuevo ser.
Lo aventé a la cama mientras yo me arrancaba la ropa y saltaba sobre él. Besándolo y moviendo mis caderas para que mi vagina lubricara mi antiguo pene con los jugos de amor que salían por montones.
Él parecía confundido, pero mi antiguo cuerpo era muy honesto. Sabía que a mi antiguo ser le gustaría la chica que estaba a punto de "violarlo". Sintiéndome completamente preparado, le di un beso y bajé mis caderas sobre mi antiguo pene, solo para sentir cómo se deslizaba sin ningún problema dentro de mí. Sentí solo un pequeñísimo contratiempo cuando se rompió el himen, pero segundos después, yo estaba completamente empalada por mi antiguo pene. Estábamos conectados por completo, podía sentir cómo mi antiguo pene chocaba al final de mi vagina con mi útero. Me sentía completamente llena. Mi antiguo cuerpo comenzó a moverse y en poco tiempo invirtió los papeles. Pensé que podría tener el control de la situación. Yo estaba sobre mi antiguo ser, supuestamente dominando lo que sería la primera vez de mi nuevo cuerpo.
Pero cuando sentí que "Cesar" me tomó por los hombros, pude experimentar lo que llaman fuerza masculina, pues en solo tres movimientos, yo estaba debajo y mi antiguo cuerpo me tenía en una posición muy vergonzosa. "¡Ladra!" fue lo único que escuché salir de mi antigua boca con un tono que nunca me había escuchado. "¿Qué... qué... e?" solo pude balbucear antes de sentir el impacto bestial de mi antiguo ser, centímetro a centímetro y de un solo movimiento me empaló por completo. Yo solo pude gemir en voz alta y sentir el hermoso sentimiento de mi nueva vagina llenándose por completo. Mi antiguo yo me tomó por el cabello y durante cinco minutos me hizo gemir sin descansar. Luego me cambió de posición y así siguió durante 25 minutos más, momento en el cual yo ya no tenía energía. Estaba completamente a merced y disposición de mi antiguo cuerpo, sintiendo cómo cada vez hacía más fuerza para deflorarme, como si quisiera llegar al punto más lejano de mí. Cuando las palpitaciones se hicieron presentes, supe que pasaría, pero aún así, nada me preparó para la sensación del semen caliente entrando dentro de mí, llenando cada rincón de mi útero, haciéndome sentir llena y haciéndome sentir toda una mujer. "Con las últimas fuerzas que me quedaban, pues estaba exhausta después de tantos orgasmos, escuché a mi cuerpo decir: "Límpialo" y acto seguido, ponerme su aún erecta cosa sobre mis labios. Saqué mi lengua y comencé a lamer todo lo que había quedado. Podía sentir el sabor del semen y de los jugos de amor mezclados. Podía sentir todo mi cuerpo temblando por la lujuria que sentía. Pero no pude disfrutar de eso mucho tiempo, pues la energía se acabó y solo pude sentir nuevamente cómo el mundo se ponía borroso para quedarme desmayada, pero con una sonrisa de satisfacción en mi rostro.
