viernes, 29 de septiembre de 2023

Futbol TG

 Cuando las vimos entrar por el túnel del estadio, no pudimos evitar reírnos. "¡JAJAJA! ¿En serio nos vamos a enfrentar a esas pinches viejas¡?" Nosotros éramos un equipo de amigos que jugábamos para divertirnos. Éramos muy buenos en el fútbol, pero lo hacíamos más que nada para pasar el tiempo. Nunca imaginamos que el último campeonato en el que participamos terminaría con nosotros como campeones, levantando la copa y ganando un premio en efectivo, con la oportunidad de enfrentar al equipo de primera división femenil. Su participación tenía como objetivo "fomentar el juego mixto y demostrar que una liga mixta tal vez no sería una mala idea" asi como "fomentar el futbol femenino y darle visibilidad" basicamente eramos un equipo llanero y nos querian usar como tapete para unas chavas quesque segun de primera division femenil. Sin embargo, no pudimos evitar reírnos cuando vimos entrar al equipo al que nos enfrentaríamos. Todas ellas eran jóvenes señoritas, más jóvenes que nosotros, con cuerpos esbeltos y tonificados, piernas largas y fuertes moldeadas por el ejercicio diario. A pesar de estas ventajas y de que en nuestro equipo había personas de 40 años o más, estábamos seguros de que ganaríamos.

Puede parecer un argumento un tanto machista, pero sentíamos que el simple hecho de ser hombres y conocer el juego mejor que a nuestras familias nos daba una ventaja. Ellas, tan pronto llegaron, comenzaron a calentar: hacían ejercicios, se pasaban la pelota e intentaban alardear de sus supuestas habilidades. Nosotros, por otro lado, estábamos en las bancas preparándonos, ajustando nuestras vendas, tobilleras y utilizando tacos sucios y desgastados, algunos de los cuales habíamos usado durante años.

Ellas, por otro lado, incluso para jugar, parecían demasiado pulcras. Sus cabellos estaban recogidos en colas de caballo o trenzas que no interferirían durante el juego. Tenían tacos nuevos o tan limpios que parecían nuevos. Además, había otra gran diferencia evidente. Entendíamos que era un juego de exhibición, pero siendo realistas, si nos basábamos en las edades, ya habríamos perdido incluso antes de empezar a jugar. Nuestro equipo masculino tenía hombres de casi todas las edades, desde maduros de más de 40 años hasta jóvenes de 18 años que adoraban el fútbol. Había algunos chaparritos y otros más robustos. Éramos todos diferentes y variados. Ellas, en cambio, eran un equipo profesional, pero todas parecían casi iguales. Eran extremadamente hermosas, delgadas y esbeltas. Claro que había algunas un poco más bajas o más altas morenitas o rubias, pero lo que destacaba era su condición física. Aun así, no nos sentíamos ni siquiera nerviosos, ya que estábamos seguros de que íbamos a ganar.

"¡Jajaja! ¿En serio vamos a jugar contra ustedes? ¿No creen que sería mejor perder por default? ¡Jajajaj!" Algunas de ellas, aparentemente muy confiadas, se burlaban de nosotros. Esto solo nos motivaba más. "Tenemos que ganar a toda costa", expresó alguien con visible molestia. "Tranquilos chicos, tengo la solución perfecta para todo esto", anunció Marcos, un hombre mayor que casi llegaba a los 50 años. Era el portero porque, debido a su edad, ya no podía correr tanto. A pesar de eso, lo llamábamos "el capi", ya que era el más sabio en cuestiones de fútbol, básicamente, nuestro entrenador.

Cuando Marcos volvió a hablar, nos mostró un artefacto extraño. Parecía una especie de pirámide de bronce con extraños dibujos en ella. "Ahorita vengo, muchachos. Iré a proponerles a nuestras contrincantes una pequeña apuesta que no podrán rechazar", anunció antes de salir por la puerta con su uniforme. Todos nos quedamos extrañados, pero nadie le prestó mucha atención.

Pasaron 15 minutos, estábamos a punto de comenzar el partido cuando Marcos regresó por la puerta. "Bueno, chicos, sé que algunos se enojarán conmigo, pero logré hacer una apuesta con las contrarias. Si ganamos, serán nuestro premio", dijo. Todos nos miramos entre nosotros, ¿de verdad Marcos había logrado que ellas aceptaran tener citas con nosotros? Todos estábamos emocionados. Desde la última banquita, alguien hizo una broma: "¡YO QUIERO A LA CAPITANA!". Todos nos reímos, y Marcos nos callo. Pero luego continuó, "Pero si perdemos o empatamos…". Nuevamente, risas por la ridiculez de la idea. "Sé lo que están pensando", dijo Marcos, "pero si, por casualidad, perdemos o nos empatan y el juego termina así, entonces cada uno de nosotros tendrá que recibir una patada en la entrepierna de ellas, y además, tendremos que darles 1000 dólares a cada una sin mencionar que tendremos que aceptar que las mujeres son mejores en el futbol y por si fuera poco tendremos que ser sus utileros durante varios meses".

Todos quedamos atónitos. "Pero, Marcos, nadie tiene tanto dinero aparte no crees que es una apuesta muy desproporcionada no mames!!!", comenzaron las protestas. "Me van a odiar, pero aposté el premio que nos dieron por ganar el campeonato", admitió Marcos. Los silbidos y las mentadas de madre comenzaron de inmediato. Incluso alguien le lanzó cosas. "No mames, wey, estás bien pendejo. Yo ya había comprometido ese dinero", dijo uno. "Sí, pinche idiota, ¿por qué dispones del dinero del equipo como si fuera tuyo?" "aparte algunos tenemos familias no podemos ser esclavos de esas pinches viejas no lo pensaste o que culero", se escucharon más reclamos. Los reproches subían en intensidad, pero antes de que el equipo pudiera linchar a ese idiota, nos llamaron para salir a jugar.

"Ni creas que te salvaste, pendejo. Si perdemos, te vamos a cortar los huevos por idiota", amenazó César, a quien los rumores decían que tenía un historial criminal.

Cuando salimos a la cancha, notamos que todo estaba extraño. El árbitro parecía hablar personalmente con cada una de nuestras contrincantes, e incluso no hubo volado para ver quién daba la patada inicial; simplemente dejaron que ellas iniciaran el juego sin más. El partido estuvo lleno de irregularidades, los árbitros nos pitaban faltas tontas o inventadas, y no podíamos acercarnos a ellas sin que sonara un silbato acusador. Intentábamos acercarnos a su portería, y nos marcaban fuera de juego y otras decisiones turbias o claramente amañadas. Sin embargo, nosotros seguimos jugando para ganar. La apuesta que el idiota de Marcos había hecho ya no importaba. Lo que importaba era no permitir que unas chicas cualquiera nos ganaran. Seríamos el hazme reír de la liga si eso llegara a suceder.

Después de 90 minutos de cansancio, faltas e irregularidades, parecía que íbamos a ganar, 1-0, así habíamos mantenido el marcador. Incluso ese gol que habíamos anotado nos costó mucho. Intentaron anularlo, pero no pudieron. Era obvio que íbamos a ganar, pero justo un minuto antes de que acabara el partido, una de esas chicas se tiró al césped cuando uno de nuestros jugadores se acercó un poco más de la cuenta. Se escuchó un silbatazo, y el estúpido árbitro hdp expulsó a uno de los nuestros, marcando falta y penalti. Todos fuimos a reclamar, pero a él no le importó. La tensión estaba en su punto máximo. Sabíamos que si anotaban, empataríamos y perderíamos todo, nuestra dignidad masculina y nuestro premio.

Fue en ese momento que la vi a ella. No sabía cómo se llamaba, pero en cuanto la vi con el balón dirigiéndose hacia la marca de penalti, quedé completamente fascinado. No era la más hermosa de su equipo, aunque sí era increíblemente guapa. Tampoco era la más alta, pero de alguna manera, me dejó hipnotizado. La vi poner el balón en el suelo y caminar hacia atrás para tomar impulso y tratar de empatarnos el partido. Observé cómo movía sus caderas con feminidad, desplazando sus jugosos muslos. Me imaginé entre ellos, durmiendo sobre ellos o...

Salí de mi trance cuando la vi correr directamente hacia el balón. Noté cómo sus pequeños pero bien formados senos se movían con gracia con cada paso, cómo el sudor parecía deslizarse por su piel de seda y cómo su cabello se ondeaba de un lado a otro. Con todo mi corazón deseaba que fallara, que no completara ese tiro o que lo hiciera tan mal que ni siquiera Marco tuviera que moverse. Pero no fue así. Esas piernas tan sensuales parecían tener una gran fuerza, porque en cuanto golpeó el balón, pude ver que tenía técnica, mezclada con la potencia que hacía que el balón pareciera un gol seguro. En ese balón se iba mi esperanza de pedirle que fuera mía según los términos de la apuesta. Sin embargo, Marco sacó fuerzas de quién sabe dónde y, aunque pareció que le dolió lo que sucedió, logró detener el balón con la cara. Sonó el silbatazo final, y sabíamos que habíamos ganado. Celebramos como si fuera la Copa del Mundo. Pero antes de que pudiéramos reclamar nuestro premio, Marco sacó esa extraña pirámide y comenzó a girar una extraña manija que tenía debajo.

"Bueno, chicos, lo prometido es deuda. Elijan a la chica que más les guste, y será suya", dijo mientras dejaba esa extraña cosa en el suelo, y el tiempo pareció detenerse.

Segundos después, todo se detuvo, en serio, y pudimos ver nuestros cuerpos tirados en el suelo. Empezamos a vernos los unos a los otros, notando que éramos como fantasmas, formas etéreas flotando en medio del campo mientras nuestros cuerpos yacían inmóviles en el césped. Fue entonces cuando notamos que las chicas también eran formas etéreas, sus cuerpos también estaban tendidos en el suelo, parecían confundidas e incluso aterradas.

"Bueno, chicos, lo prometido es deuda", dijo Marco. "Ven los cuerpos de las chicas. Pueden tomar el que quieran para ustedes. Configuré el Daemon Ritus para que las chicas no puedan retomar sus cuerpos ni tomar los nuestros, aunque esto solo durará media hora".

Nadie sabía muy bien qué estaba pasando, hasta que Marco se hartó y nos dijo que éramos unos miedosos y que nos enseñaría lo que debíamos hacer. Fue entonces cuando se acercó lentamente al cuerpo de una de las rivales y, sin decir nada, se introdujo en su cuerpo, tomando posesión de él.

"Vamos, chicos, es sencillo", dijo Marco. "Yo me iré a los vestidores para conocer y limpiar mi nuevo cuerpo". Dicho esto, tomó el Daemon Ritus del suelo y se fue caminando hacia los vestidores.

Cuando nos dimos cuenta de lo que Marco había hecho, todos empezamos a correr hacia los cuerpos inmóviles de las contrincantes. Algunos se metieron en el primer cuerpo que encontraron, mientras otros discutían sobre cuál elegir. Yo, por otro lado, estaba decidido a encontrar a la mujer que me había cautivado a primera vista. La busqué y busqué hasta que finalmente la encontré. Afortunadamente, estaba algo apartada de los demás y nadie la había notado.

Ella parecía estar arrodillada e intentaba, sin éxito, reintegrarse en su cuerpo. Todos sus esfuerzos eran en vano. Aprovechando la situación, corrí directo hacia su cuerpo y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba abriendo mis ojos y respirando el aroma de la cancha.

No podía creer que algo así hubiera funcionado. Miré mis manos, ahora más delgadas y mucho menos toscas que las de un hombre. Observé mis piernas tonificadas en un pequeño short, muy diferente al atuendo masculino que solía usar. Sentí el cabello caer por mis hombros y reconocí mi propio olor corporal, embriagante y familiar, una mezcla de sudor con un toque dulce y notas de humedad características del esfuerzo físico.

No queria perder tiempo, no tenia nada planeado pero tampoco podria hacer nada si esa chica tomaba mi cuerpo o el de alguno de mis compañeros aun asi tenia 30 minutos de “privacidad” y libre de reclamos con el cuerpo de aquella señorita, por lo que me levante como pude y sali corriendo directo a los vestuarios. 

Al llegar pude notar a algunos de mis compañeros ya en los vestuarios. toqueteando sus nuevos cuerpos. o haciendo perversiones y obsenidades, no pude evitar caer en tentacion y para sentirme mas libre, me desnude solo para notar la perfeccion de mi nuevo cuerpo, lo bien definido que estaba, lo erotico que era uno de mis compañeros se acerco por detras y comenzo a besarme el cuello “Eres un maldito perro con suerte quien quiera que seas de verdad te llevaste el cuepo que yo queria para mi” decia mientras se concentraba en acariciar mis piernas. de inmediato note que eso me hacia sentir demaciado bien, era como si mis nuevas piernas torneadas y femeninas fueran una zona demasiado erogena. Todo fue a peor cuando este tarado compañero mio deslizo de mas su mano y comenzo a masturbarme. yo intente resistirme pero era como si ese cuerpo estuviera deacuerdo y quisiera mas y mas de ese placer lascivo que estaba teniendo en ese momento, como pude me libre de ese baboso y me encerre en una de las duchas “Wow no puedo creer lo bien que se siente” dije mientras mordia uno de mis carnosos labios. abri una de las llaves esperando que un poco de agua fria calmara el fuego que habian encedido en mi pero eso solo lo empeoro todo.pues mi nuevo yo estaba demaciado exitado, el cuerpo de esa mujer era demaciado bueno para mi fue cuando senti el agua que tuve un pequeño orgasmo por el toque de las pequeñas gotas sobre mi piel. y ahi las memorias de ese cuerpo comenzaron a fluir lentamente a mi . haciendome recordar todo de ella. su nombre su edad su vida sus sentimientos. todo se acoplaba poco a poco a mi haciendome feliz por los sentimientos que ese cuerpo me estaba transmitiendo, por lo menos mi nuevo yo era honesto. pase los siguientes 10 minutos masturbandome de la forma mas sensual y erotica que pude. castigue y profane varias veces mi nueva vagina. haciendo de todo para darle el placer que la antigua dueña parecia no darle nunca.

use mis dedos, de formas que jamas pense para dedear a una mujer que ahora era yo. dejando el pudor de lado comence a gemir en voz normal mientras seguia dandome mas y mas placer. y entonces experimente un orgasmo femenino completo. extendiendose como ondas, ondas que se transmitian por mis nervios haciendo que el cerebro liberara endorfinas que me dieron miedo, pues cuando dilucide lo hermoso que se sentia llegue a la conclucion de que si no tenia cuidado podria volverme adicto a eso.

 Cuando sali de la ducha. recorde donde estaba el casillero de esa mujer y por supuesto recorde tambien su nombre y su forma de vestir.asi que fue facil para mi salir vestido de la forma mas sexi para presumir mi nuevo yo a quien fuera que me viera. No contaba conque el efecto de los 30 minutos ya hubiera pasado y cuando saliera del vestidor veria como todos nuestros antiguos cuerpos nos estaban esperando. fue ahi cuando senti que alguien me jalaba y me llebaba a un lugar alejado. “Eres un maldito cerdo como pudiste robarte mi cuerpo” dijo cuando ibamos caminando hacia un lugar con privacidad. cuando escuche la voz supe quien era y cuando vi las manos supe que esa chica de quien ahora tenia el cuerpo habia tomado el mio “es el destino” pense,

Cuando llegamos a ese lugar privado, esa chica quizo portarse “ruda conmigo” pero la memoria de mi nuevo cuerpo se activo y los rasgos de personalidad de la chica surgieron 

“Haber te me calmas iszin, porque si ese es tu nuevo nombre, creo que fue el destino el que nos puso en esta situacion pero.yo tome tu cuerpo y tu tomaste el mio.Ahora tu eres Iszin y yo soy Nadia”

Le dije antes de acorralarla contra la pared y pegarmele mucho, al punto que pude sentir la ereccion que tenia mi antiguo cuerpo, presionando contra mi vientre aun sobre la ropa. “Ahora “iszin” lo que va a pasar es lo siguiente. resistire todo lo posible estas ganas que tengo ahora mismo de tirarte en mi antiguo cuerpo y tener sexo contigo a cambio tu y yo tendremos una cita, aunque si no aceptas puedo “violarte” aqui mismo con tu antiguo cuerpo y ya estaria todo. asi que tu decides que pasara” Ella parecio entender todo de inmediato por lo que sin poner muchos peros acepto.



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